El fuego bacteriano
El fuego bacteriano es una enfermedad producida por la bacteria Erwinia amylovora originaría de América del Norte. Se detectó por primera vez en Europa en
Inglaterra (1957). Los primeros focos en el continente aparecen en 1966, pero en las dos últimas décadas se ha extendido de forma alarmante. La exposición a la enfermedad en Italia, Francia
y algunas zonas de España nos obliga a considerar seriamente la posibilidad de que en un futuro próximo el fuego bacteriano pueda instalarse en zonas frutícolas de nuestro país.
Como viene siendo costumbre, el personal de la Consejeria de Agricultura ha visitado nuestras instalaciones para comprobar que no se encuentran plantas con
esta enfermedad.
Especies a las que puede afectar el fuego bacteriano:
- Arboles frutales: Pyrus (peral), malus (manzano), cydonia (membrillero) y mespilus (níspero).
- Arbustos ornamentales: Cotoneaster (falso membrillo), pyracantha (espino de fuego).
- Plantas silvestres: Crataegus (espino albar) y sorbus (serbal).
Las plantas atacadas muestran una sintomatología muy simular a la que se produciría por la acción del fuego. Empieza por los brotes y las hojas quemadas no se desprenden de las plantas y permanecen colgadas y unidas fuertemente al árbol. En varios meses, máximo un año, el árbol morirá. La enfermedad se propaga con rapidez, a través del viento, insectos, aves, etc. En caso de que detectemos esta enfermedad en alguna de nuestras plantas, debemos proceder a quemarla, previo arrancado de la misma.
Si detectamos alguna planta con síntomas de esta enfermedad en nuestras salidas al campo, deberemos avisar a los servicios oficiales responsables de la comunidad autónoma.
En Cantabría
Servicio de Producción y Sanidad Vegetal
Gutierrez Solana, s/n
39011 SANTANDER
Tfno 942 207864